martes, 4 de agosto de 2015

HELADO DE ROSQUILLO DE SARTEN


Los había hecho de turrón, de coco, de chocolate, de pimiento del piquillo, de tarta de queso, y ¿Por qué no de rosquillos? Aprovechando esos rosquillos de sartén que empezaban a ponerse algo duros, se me ocurrió la idea y me puse manos a  la obra.
Con tres huevos, tres recipientes, algo de azúcar, tarrina de nata  y un poco de leche.
En un recipiente las claras y con algo de azúcar montar a punto de nieve.
En otro recipiente montar la nata con algo de azúcar.
Y en el tercer recipiente las lyemas, que batimos y añadimos los rosquillos, que previamente han estado en la leche remojando. Todo bien batido.
A los rosquillos con el huevo, añadimos la nata montada y con movimientos lentos mezclamos con la nata y después repetimos con las claras montadas. Y a la congeladora, sin más, sin estar pendiente de remover ni nada.

Y así queda nuestro rico helado, con ese saborcillo de rosquillo de siempre y en frio. Otra manera de acabar con esos últimos rosquillos que van cogiendo dureza y que no hay manera de verles el fin.




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