martes, 10 de abril de 2012

LA DICHOSA CARGA DE LAS PILAS

Harto ya de ver pilas en los ceniceros y cajones, y arto ya de la incertidumbre de saber si están cargadas o descargadas, medio descargadas o para deshacerme de ellas, y harto también de ir de tienda en tienda buscando y no encontrando el dichoso medidor de pilas, me pongo manos a la obra y me dejo caer por el cuarto de las herramientas al que yo llamo cariñosamente el laboratorio, y donde hay de todo un poco (“por si acaso”).
Dentro de la cubeta de electricidad, encuentro una pequeña bombilla y algo de cable, un par de tornillos pequeños en otro cajón, y en la cubeta de la carpintería una pequeña tabla.
Y ya está el artilugio. Ahora basta arrimar un cable a cada lado de la batería, y la intensidad de la luz de la bombilla nos dirá la intensidad de la carga de la pila, y para cuando la bombilla no luzca, pues guardáis las pilas y cuando tengáis unas pocas al eco punto o punto de recogida.



2 comentarios:

  1. Y ahora que la tengo hecha me encuentro el dichoso medidor en la cesta de las ofertas de una supermercado. ¡A buenas horas!

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  2. ¡Enhorabuena!. Eres todo un Edison. Yo prefiero tu artilugio. Seguro que dijiste aquello de "me llena de orgullo y satisfacción...".

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