jueves, 14 de julio de 2011

OTRA RUTA DEL QUIJOTE




No hay mal que por bien no venga, y como buen camaleón me adapto al medio. Y todo ello viene a cuento de que mi afición a darme una vuelta por la Ruta del Quijote que circunvala el Cerro de San Polo de Montiel, sobre el que apenas quedan restos del Castillo de San Pablo, siempre a primera hora de la mañana, se vio amenazada y con posibilidades de suspensión.

Y es que la lista de espera de mi mujer para hacer su rehabilitación había llegado a su fin tras siete meses de espera. ¡Por fin! Y me la citan a las 8,30 AM durante las dos próximas semanas. ¡Vaya por Dios con mi ruta!, pero lo primero es lo primero, aunque se demore más de medio año.

Y la solución brota en seguida, esa hora de espera en el centro de salud, me la cambio por una ruta urbana y mañanera por la Ciudad de Infantes. Y disfruto de su frescor de primera mañana, encontrándome con operarios y vecinos que limpian y riegan las calles, ir y venir de gentes que empiezan a poner en marcha sus negocios, camareros montando las terrazas y clientes disfrutando de ellas en el frescor de la mañana.

Con el sol despuntando, fotografío edificios, rincones y balcones, algunos con contraluz, pero si Infantes es bello a plena luz, también lo es a contraluz. Siempre bello Infantes.

Me cruzo y saludo en la plaza a un viejo amigo y me recomienda otra ruta del Quijote, y yo que soy de experimentar me pongo en marcha al día siguiente.

Se trata de la ruta 3 “De Infantes a Almagro y Calatrava la Nueva”. Yo arranco desde el centro de salud, dejando a mi izquierda las áreas deportivas del Ayuntamiento, giro a la izquierda y ante mí y desde la altura observo una llanura de tierra roja, al fondo Cózar, a mi derecha Alcubillas, y frente a mí un camino que me conduce hasta el Santuario de Nuestra Señora de la Antigua. De camino asfaltado y fácil de andar, paso frente a pequeños cortijos y casas de campo, con huertos y jardines, que a mi entender son pequeños sanatorios y remansos de paz y tranquilidad. Me cruzo con señoras y caballeros de todas las edades, aficionados a eso de andar, y descubro un señor que camina leyendo. Nunca lo había visto y me asombra, aunque indagando y preguntando a Google que todo lo sabe, veo que la cosa no es nueva y que incluso hay determinados libros a recomendar según la caminata sea corta o larga.

Me impaciento pues veo que casi llego a la media hora y el cruce con el camino que me uniría a la carretera de Almedina no se vislumbra. Opto por dar la vuelta y llegar puntual al centro de salud, puntualidad de una hora completa. Y seguiré indagando en la ruta durante las dos próximas semanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario