Nuevamente nos lanzamos a patear caminos en una mañana del sábado 14 de junio de 2014 que se prometía calurosa.
La ruta preparada desde el ordenador y con la ayuda de los conocimientos de la zona del amigo Julián y del amigo y sin embargo alumno Francisco, que vive en Ruidera.
El punto de encuentro número 1 fue en el Tunel de Infantes donde Cuqui ya nos esperaba con un roscón para ir entrando en vereda.
Esta vez se nos une al grupo Miguel, mi hija y su amiga Lorena de Carrizosa.
Llegamos a la Laguna del Rey sobre las 9 de la mañana, donde nos esperan Juanjo, Lourdes y el amigo Francisco, que nos saluda y nos da unas pinceladas del camino que vamos a seguir.
Enfilamos nuestra andadura camino del hundimiento que dejamos a nuestra derecha para proseguir hasta divisar la laguna Morenilla, que se nos presenta de un color verde y de un sosiego sin igual.
Seguimos caminando y a menudo nos encontramos con ciclistas, algún que otro senderista y corredores. seguimos bordeando la laguna hasta encontrarnos con la laguna Coladilla y después con la Cenagosa.
Y aprovechamos el puente sobre el gran canal del Priorato para darnos un descanso, una cerveza bien fresca, hacer una sesión fotográfica del grupo y disfrutar de ese torbellino de agua que veloz se muestra ante nuestros ojos.
Tras un merecido y no corto descanso, proseguimos nuestro camino rumbo al batán de la zarza, con un segundo merecido y no menos corto descanso a las puertas de la finca de la Moraleja.
La intención de la ruta era volver unos 500 metros sobre nuestros pasos y desde ahí coger el camino hasta la carretera de Tomelloso y volver a Ruidera por la margen contraria. Pero lo avanzada de la mañana y en consecuencia el calor que apretaba, el tráfico de la carretera y el calor del asfalto nos aconsejaron volver por el mismo camino.
Una tercera parada en el hundimiento , cuya vista siempre es digna de agradecer y rumbo hacia la laguna del Rey.
Ya en la laguna del rey y bajo una sombra, palio de la naturaleza, dimos cuenta de un aperitivo primero y un almuerzo después, y como no podía ser menos, del primer baño de la temporada.
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