jueves, 6 de febrero de 2014

JARRON DE RECICLAJE

Hace unos días al volver a casa me encontré abandonado junto a un contenedor de basura un cilindro de cartón de un diámetro considerable y de 1,50 metros de altura. La reacción fue inmediata, paré el coche y decidí adoptarlo y guardarlo en casa por si acaso.
Ya en casa y cavilando sobre el nuevo uso se me ocurrió la idea de hacer tres jarrones, forrando para ello la pieza de cilindro de cartón de 50 cms con un pantalón de pana viejo que andaba por la buhardilla esperando su momento de gloria.
Se trata de un pantalón de color teja al que le tuve cariño y apego hasta que ya era imposible que siguiera prestando su servicio.
Y aún así, apego y cariño impidieron que el pantalón acabara en lumbre o contenedor. Ahora pasara a presidir desde un rincón su majestuosidad pasando a la posteridad, disfrazado de jarrón.
 Y el paso a paso tan sencillo, como cortar una pata del pantalón y pasarla por el cilindro enmbadurnado en cola, hasta que por la estrechez tobillera, la tela no baja más. Y después de secar, he estirado hacía abajo la zona estrecha, he puesto una tapa de cartón sobre el fondo del cilindro y sobre él un forro con el trasero del pantalón. He encolado los laterales y he pegado el bajo.


El tejido sobrante lo he ido rajando hasta la base, en cuatro tiras y tras untarlas en cola, las he anudado caprichosamente, quedando con este aspecto.


Y he dejado secar. Mientras tanto he aprovechado que al centro del cilindro es donde la anchura de la pata se hace más que evidente. por lo que también he rajado ahí y he anudado y dejado lazada, al capricho de la cola y las manos


En la parte superior, he aprovechado para poner la pretina del pantalón y en la parte central la bragueta con sus botones.
Y después de secar todo llega la contrariedad y el cambio de rumbo, pues cambie de cola, y esta última no era trasparente y me ha manchado la tela, por lo que la idea primera de respetar al máximo el color había que desecharla.
Por tanto, hago mezclas de verdes y negro para ir tapando la cola dichosa, de esta manera el jarrón queda con distintas tonalidades en degradado, y en algunas áreas, dejando adivinar el color primitivo teja.
Para acabar un poquito de oro a pincel seco y una mano de barniz mate y ya está listo para rellenarlo con algunas flores secas y al rincón.





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