sábado, 26 de febrero de 2011

PREPARANDO LOS TOMATES

Hoy ha amanecido un día primaveral, y me ido al campo a buscar buena tierra, de chaparro más concretamente.

Pertrechado de herramientas, algunas de ellas prestadas, y con la ayuda de mi hija hemos ido más allá del paraje de “La lagunilla”.

Después de llenar dos medios sacos y una espuerta de buena tierra, la mitad de ella arnereada, hemos aprovechado para darnos un buen paseo por el nacimiento del Jabalón. Mi hija no había visto un ojo, o al menos no se acordaba. Impresiona ver el nacimiento de un río, del río Jabalón, en uno de sus ojos principales.

Hemos disfrutado de un paisaje sonoro de agua y canto de pájaros y nos hemos oxigenado.

A la vuelta hemos tenido la tentación de parar justo en el Molino de la Higuera, y que gozada ver el desbordamiento de un incipiente Jabalón, y es que el surco que sigue el río pegado a la falda del monte era incapaz de asimilar tanta agua y tan brava, y el agua que busca su camino ha roto por el lateral del río, pintando el paisaje de cascada y nuevo río buscando la cuneta de la carretera.

Ya en casa, a darle utilidad a la tierra, me he preparado un semillero de tomates, de tomates mallorquines con tripa y de la simiente que me dio Emili en Alcubillas, que según me dice salen tomates de ¾ de Kg.

Bueno pues ya tengo donde entretenerme esta primavera y verano, y junto a los tomates, sigo esperando para ver crecer las habas de la huerta, y ver también como nacen las alcachofas.

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