viernes, 3 de septiembre de 2010

AMANECER EN COMISARIA

Hoy me he sentido raro, muy raro, idiota diría yo. He visto amanecer en la comisaría de Valdepeñas.

Todo empezó por que a mi hijo le caducaba el DNI en el mes de julio, y para darle solución, llamada al 902… Ya sabéis lo que opino de los números 900 y de los sinvergüenzas que los ponen en marcha. Yo tengo tarifa plana que pago al precio más caro de Europa, como todos los españoles ¿Por qué pagar por una llamada teniendo tarifa plana y llamar a un número virtual? La segunda solución pedir cita por Internet, y la dieron para el 21 de octubre, pero el hijo se examina del carnet de conducir y no lo puede hacer con el DNI caducado. Curiosamente lo examina la administración, la misma que se encarga de hacer el DNI y que no le adelanta la cita.

El jueves día 2 madrugón (6.45) y llegamos a comisaría porque a parte de las personas citadas, todos los días reparten unos números para las personas sin cita que quieran o deban hacerse el DNI. Llego a las 7,50 y el policía de la puerta me dice que ya han repartido los 10 números, y en tono paternal me amonesta con un “hay que madrugar más”. 100 kms que no han servido de nada.

Y para chulo yo, que duermo en columpio. Hoy día 3 de Septiembre me he presentado en la puerta de la comisaría a las 6,30 de la mañana, después de haberme aseado y de recorrerme la distancia de 47 kms que hay desde mi casa a Valdepeñas.

Pero para chulo el señor de la Puebla del Príncipe que ya hacia cola. Éramos los segundos (la verdad es que a mi siempre me ha gustado ser del segundo para abajo).

Poco a poco, han ido llegando todos los que se han convertido en compañeros de la mañana del viernes, y a las 8,50 (una hora más tarde que ayer) nos han ido dando números, por fin, ya olíamos en nuestras manos el tan ansiado DNI.

El lado positivo de estas situaciones, si es que estar dos horas y media de pie derecho frente a una verja de una comisaría tiene lado positivo, es que se hacen amigos, se entablan puntos de vista y se globaliza, doce personas en espera, de la Membrilla, el Moral, la Puebla del Príncipe, Montiel y Valdepeñas. Todos ellos con un problema distinto que los ha llevado a la cola.

Curioso, hemos hablado de todo, menos de futbol toros y mujeres, y hemos roto pues el tópico.

El eje de conversación lo hemos centrado en el trabajo, el paro y la crisis. Curiosa reflexión la de la Valdepeñera: “Estamos volviendo a vivir como se ha vivido antes, según nuestras posibilidades, ahora va a tener un cochazo el que pueda pagarlo, y se va a saber quien tiene y quien no”. Hemos cerrado el debate con consenso “Hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades

Y nos ha ido amaneciendo, y hemos pasado a la sala de espera, donde una funcionaria ha cumplido con el rito de ir llamando a los citados, los que teníamos número a esperar que fallara alguno para poder meterse entre medias, sino a esperar allí la mañana. He echado de menos un buen libro, o unas agujas de punto si supiera hacerlo. No me he comido las uñas porque no me gustan, pero si he sentido amargor e impotencia por el tiempo perdido.

El número 1 ha pasado con la cita del muerto de su pueblo que no ha podido ir, y ha regalado su número al chico que a las 11 tenía que estar en Tomelloso haciendo su examen de conducir si no quería perder los tests, y este emocionado ha querido invitar a número 1 al DNI, dándole los 10 € que cuesta la broma, pero con un “donde vas” número 1 le ha tirado los 10 €.

El chico ha regalado su número a un señor poco madrugador que había en la puerta con necesidad de hacer su DNI y sin número.

La número tres se ha ido porque le faltaba un papel, y le ha cambiado el número a la 5, y ha regalado en la puerta el número a otro poco madrugador.

Al final, los pocos madrugadores que han sido obsequiados con números en la puerta gracias a la solidaridad que nos honra, por paradojas del destino han pasado a hacer su DNI antes de que lo hagan algunos madrugas.

A las 11 de la mañana con el DNI en el bolsillo y con la certeza que durante los próximos cinco años estamos a salvo de tan peculiar situación, hemos podido desayunar, llevarnos a la boca un café y un cola cao calentito, y volver a nuestra casa, con la certeza que hemos hecho amigos, y que seguramente cualquier día de estos nos los encontraremos en cualquier parte de este mundo globalizado y les diremos “me suena tu cara”, “así tu estabas en el amanecer de aquel día en la puerta de la comisaría”, y nos preguntaremos por la salud, y nos alegraremos de vernos.

Al final seguro que ha valido la pena el madrugón, aunque mi hijo aún no lo entienda.

8 comentarios:

  1. muy bueno, tiene dos o tres puntazos de un buen guinista humoristico, jajaja
    (lo del muerto, me psrto)

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  2. Muy bueno! La verdad que como no cambien el sistema nos vamos a encontrar la mayoria de los españoles con el DNI caducado,

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  3. Muy bueno, la verdad que como no cambien el sistema lo dificil sera encontrar a alguien con el DNI en vigor...

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  4. muy bueno pedro me ha gustado mucho sobre todo esa nota de humor que le pones

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  5. Hola Pedro, a pesar de la falta de tiempo que tengo lo he leido, esto me ha hecho pensar que no pasa nada por que la plancha ya esté caliente y esté gastando luz. Tenia que saludarte hace demasiado tiempo que no lo hago y no quiero perder un buen amigo. hace mucho que no te leo, pero te aseguro que de ahora en adelante te seguiré, nos hacen perder demasiado tiempo los demas como para no decidir nosotros en que disfrutamos del nuestro, un abrazo y recuerdos a toda la familia

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