Hay recetas que entran y salen de tu vida de puntillas,
aparecen y desaparecen como si nunca hubiesen estado.
Y así con mi hijo pequeño me dio por hacer todos los
domingos algún buen helado, y poco a poco ir depurando la técnica, introduciendo variantes y mejoras.
Pero poco a poco deja de hacerse y lo que no se apunta se
olvida, hasta que el pasado verano llegó hasta mí casi por casualidad el blog
de Paco.
Y allí retomé mi afición por los helados, que hice más de
una vez pero que deje para el invierno, porque a un servidor, trasgresor donde
los halla, los helados y la piscina le gustan en el invierno y cuanto más frío
mejor.
Y viene a la memoria el pasado mes de agosto cuando la
cuñada me enseña una crema de turrón que compró no se acuerda donde y que la ve
demasiado pastosa y no sabe que hacer con ella. HELADO DE TURRÓN POR SUPUESTO.
Y nos ponemos manos a la obra.
Ingredientes:
3 Huevos
Azúcar al gusto.
Una tarrina de nata para montar
3 cucharadas soperas de crema de turrón, o en su defecto un trozo de turrón blando.
Preparación:
Separamos las yemas de las claras.
En un cuenco ponemos las yemas junto a la azúcar y la crema
de turrón y batidora hasta lograr una crema uniforme.
En otro cuenco, montamos las claras con algo de azúcar.
Y por último, montamos la nata.
Y para terminar vamos integrando las tres mezclas, poniendo
en un cuenco las yemas con el turrón, a continuación la nata montada, sin
batir, solo con movimientos para mezclar y evitar que la nata se desmonte.
Y por último mezclamos de igual manera la mezcla resultante
con las claras a punto de nieve.
Por último toda esta mezcla en un taper y unas tres o cuatro
horas de congelador, y listos para servir y rico de verdad.
Y lamento no poder mostrar el resultado, pero un accidente
informático ha acabado con mi carpeta de fotos de recetas.
Pero os puedo asegurar que el sabor y la presencia
inmejorables.
Y a partir de aquí surgieron las variantes con chocolate,
café etc.
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