lunes, 4 de junio de 2012

EL ALBONDIGON


La vida son etapas, y las etapas se repiten. Y me viene al pensamiento que tiempo atrás cuando queríamos salir y andábamos tan justos de tiempo, el día de antes siempre preparábamos comida para al llegar a casa con el tiempo justo, calentar y servir.
Y el máximo exponente culinario para nuestras fiestas era el albondigón, que la verdad no se porque perdimos la costumbre de hacerlo, y que hemos vuelto a retomar.
La base del mismo es esa carne picada y adobada que todos hacemos para las albóndigas.
Yo utilizo carne de ternera y carne de cerdo, sal, ajos, perejil, miga de pan  y algo de pimienta.
Y lo de siempre, batir los huevos, añadir la sal, ajo, perejil y pimienta. Seguir batiendo, añadir la carne. Mezclarla bien y añadir algo de miga de pan.
A mi me gusta dejar reposar esa mezcla en la nevera y al día siguiente ponerme a trabajar con ella.
ALBONDIGON:
Ponemos un papel albal y algo de pan rallado y sobre el extendemos la carne, y justo sobre esa base de carne ponemos huevo cocido, salchichas, tiras de jamón York, tiras de jamón serrano, pimientos y todo aquellos que se os ocurra o que tengáis en la nevera y queráis darle salida.
A continuación enrollamos la carne dándole el aspecto de un brazo de gitano, y lo liamos completamente con el papel albal.
Lo pasamos al horno de 30 a 35 minutos a 180º, y cuando termine lo dejamos en el mismo horno hasta que enfríe. Y frío lo desmoldamos.
Y cuando llegamos a casa con el tiempo justo de la comida aquí esta fiel nuestro albondigón esperándonos.
Partimos en rodajas y frío está muy bueno, se puede comer con las manos como si se tratara de una galleta. Si lo queremos caliente a la plancha vuelta y vuelta también gusta, y por que no si lo ponemos en una cazuela con algo de salsa pues también se adapta.
Pero como yo he preparado gran cantidad de carne, y confieso que con el ánimo de que me sobrara, he sofrito la carne con algo de tomate y he preparado con la mitad de ella unas bombas  que ya os expliqué hace tiempo.
Con la otra mitad de la carne, también sofrita con algo de tomate, la pongo sobre un recipiente, en mi caso de cristal, y sobre la carne extiendo ese puré de patata que me ha sobrado de hacer las bombas, ponemos por encima queso para fundir y ya tenemos nuestro pastel de carne, que yo en este caso he metido a la congeladora y que nos saca también de un apuro, porque en caso de emergencia lo sacamos y al horno y gratén mientras ponemos la mesa.

Otras dos alternativas para cuando preparo carne de más son el tronco de patata que ya expliqué en otro post, o simplemente meter la carne picada en pequeños herméticos y a la congeladora a esperar mejor ocasión.




1 comentario:

  1. Vaya idea nos has dado Pedro con tu receta!!!

    Genial!!! Esta tengo ke probarla...

    Besos!!

    www.mibloguicodecocina.blogspot.com

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