Hace ya un tiempo que a mis manos llegó un archivo sonoro de Radio Nacional sobre los 8 entierros de Pedro I de Castilla, e indagando he conseguido descubrir algo que no conocia, y es los avatares y dificultades, las vueltas que dieron los restos hasta que al final pudo descansar donde el quería y dispuso.
Título de cómo el rey don Pero
salió de Sevilla para acorrer a Toledo e cómo fue vençido e muerto por el rey
don Enrique.
(Relato de Lope García de
Salazar).
“En el año del Señor de mil CCCLXIX años, en el mes de março, partió el rey don Pero de Sevilla para ir acorrer la çiudad de Toledo. E llegado açerca de Montiel, aquella que antiguamente fuera llamada Selva, que quiere dezir en latín monte, el Rey, toviendo derramada su gente por las aldeas e por descansar e como venía de camino, no se temiendo de cosa porque tenía qu'el rey don Enrique no dexaría la çerca de Toledo, el rey don Enrique, sopiendo su venida, dexó recaudo sobre la dicha çiudad e andovo noches e días con las más gentes que pudo, andando de noches con achas e candelas e linternas ençendidas e del día por los logares desbiados de los caminos, e falló al rey don Pero a mal recaudo, como dicho es; e quando lo vio, no pudo recoger todas sus gentes ni las más d'ellas porqu'el día llegaron sobre él. E con todo púsose en batalla mucho esforçadamente. [col. b] Pero commo con él eran pocos e con el rey Enrique muchos e venían aperçevidos, luego fueron desbaratados el rey don Pero e los suyos; e él e los mejores que con él eran metiéronse en el castillo e villa de Montiel, donde luego fue çercado. (…) cortóle la caveça e fízola echar en un río, donde nunca pareçió, e el cuerpo levaron a la Puebla de Alcoçer”
El 8 de marzo del año 1446 Constanza de
Castilla, nieta de Pedro I por vía ilegítima, obtuvo autorización del rey Juan
II para trasladar los restos de su abuelo de Puebla de Alcocer a Santo Domingo
el Real de Madrid.
El primitivo sepulcro del siglo XV fue
sustituido por otro en 1504, dentro del programa de rehabilitación de la
memoria de Pedro I llevado a cabo por los Reyes Católicos.
Un incendio a principios del siglo XVII
obligó a reubicar la disposición de las tumbas en la iglesia: la estatua de don
Pedro pasó a los subterráneos del convento y los restos se colocaron en una
urna situada en una hornacina al lado del Evangelio. Esta urna pasó después
también a los subterráneos, hasta ser trasladada al coro.
En
1868 el convento de Santo Domingo fue demolido y la urna de don Pedro, junto
con la estatua, se llevó al Museo Arqueológico Nacional. Los restos de
Pedro I estuvieron abandonados en los almacenes del museo hasta ser depositados
en la catedral de Sevilla, junto a los de María de Padilla y los de su
hermanastro don Fadrique.
Estos restos de don Pedro, reposan finalmente
en el lugar en que el rey quiso ser enterrado
Hola Pedro!!!!
ResponderEliminarTE he dejado un regalo en mi bloguico, pasaté por el cuando quieras.
Saludos!!!!
Tienes otra fuente muy poco conocida sobre Montiel, y los últimos días del rey D.Pedro en el Victorial, que recoge en sus primeros episodios las memorias narradas por un hombre anciano (se redacta hacia 1420) que fue escudero aquellos días de Pedro I y estuvo en Montiel.
ResponderEliminarLa sorpresa es que habla de que D.Pedro se guareció los 9 días con ballesteros genoveses y su deseo era exiliarse a Granada, cosa que no pudo hacer por lo que luego le ocurrió.
http://books.google.es/books?id=cn-mL7DKfCYC&pg=PA308&dq=el+victorial+montiel&hl=es&sa=X&ei=EDuOT_TAB8PChAeD5dCOCw&ved=0CDMQ6AEwAA#v=onepage&q=el%20victorial%20montiel&f=false