Siempre ha sido Montiel un pueblo muy comprometido con su
historia y sobre todo con su castillo.
Las expectativas tras la adquisición por parte de
particulares del castillo y la cesión al Ayuntamiento han sido máximas.
Por eso no es de extrañar que el pasado viernes nos
congregáramos en la plaza más de 50 personas para realizar la visita guiada a
las excavaciones del castillo, de todas las edades, de los que aquí vivimos y
de los que viven fuera.
Y para mí siempre habrá un antes y un después de esta vista,
y digo esto porque he de reconocer que me ha roto esquemas y que me ha hecho
replantearme algunos cosas en las que seguramente andaría equivocado.
Comenzó la visita en la plaza. Con el director del taller de
empleo, monitor y alumnos al completo.
Repaso de la historia de nuestro pueblo y datos muchos datos
sobre el Castillo y San Polo, datos todos más que reveladores.
Y comenzamos la ruta hasta llegar a los escalones al pie del
Castillo. Muchos más datos sobre la fortaleza, el enclave, relaciones con Segura.
En este punto ya el medio centenar de visitantes ya estábamos más que
enganchados y boquiabiertos.
A los pies del Castillo, y frente a la Iglesia de Nuestra
Sra. de la Estrella, David nos explica la magnitud de lo hallado. No se trata
de una ermita, es iglesia, y de momento de dos naves, auque se podría descubrir
una tercera.
Es aquí donde caigo en mi primer error. Siempre había oído
hablar del tesoro oculto en el castillo, el que muchos querían descubrir. Pues
hay tesoro, ¡y de que tamaño! Se trata de la puebla medieval de Montiel, que
descansa bajo tierra en las laderas del castillo. Un poblado que se descubrirá.
Se podrá pasear por sus calles. Ya no es un sueño, es cuestión de tiempo, pero
tendremos un poblado virgen, sobre el que nada se ha construido.
Devoramos con ansia viva la gran cantidad de datos con que
nos abruma David frente a la Iglesia y seguimos caminata para culminar la
subida al castillo, y allá en lo alto, donde la vista domina el horizonte, me
bajo de mi segundo error.
Siempre había oído a muchos de mis paisanos soñar en alto,
hablando de reconstrucción del Castillo. No será poco apuntalar pensaba para
mis adentros.
Ahora oigo embelesado lo que nos cuenta David: estas son las
alturas del castillo, estamos sobre su segunda planta, estamos sacando las
humedades de las paredes con cal, después habrá que apuntalar paredes y es
cuestión de ir quitando tierra.
En este momento me apunto al sueño, es cuestión de tiempo,
pero si se puede.
Una fortaleza de esta magnitud, solamente superada en extensión
por Calatrava la Nueva, con su puebla en la ladera.
Si hay tesoro, tenemos un tesoro, es cuestión de tiempo. No
habrá dinero, pero hay ilusión y como
dijo Barbarita al pie de las ruinas, “oye
que si haya que venir voluntarios a cavar, aquí estoy yo la primera”, y yo
contigo, añado.
PRIMERA VISTA GUIADA. DIA 12 DE JULIO
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