miércoles, 23 de marzo de 2016

JUGANDO CON BOTELLAS



Otra de las asignaturas pendientes de este aprendiz de todo era el forrado de botellas. Algo que siempre me ha llamado la atención y que nunca tuve oportunidad de realizar.
Contando con la materia prima, botellas de cristal que llevan el recuerdo de tardes y mañanas de amigos frente a un buen vino, y de otro lado, una cuerda regalo del amigo Julian.
Faltaba ese otro elemento que hace retrasar los deseos, a veces hasta el infinito, y que no es otro que el tiempo.
Es por eso que en esas noches de sofá, haciendo hora para dormir y como fondo esos cada vez más 
insufribles programas de televisión, he ido tejiendo una idea al tiempo que jubaba con las botellas.


De aquel nudo que aprendí en el libro de manualidades de 6º de EGB, el cual se conserva mejor aún que yo, saqué este nudo que me hizo envolver la botella hasta la mitad, sin restos de empalme, comienzo o final.

Y de ahí el paso a botella completa. Con algo más de elegancia pero necesitada de algún adorno que ya llegará.



Y un paso más con el experimento de un tejido que se quedó a media altura y que completé con una envoltura hasta la boca.


Y ya con el trio de botellas y con la habilidad adquirida en los ensayos, llegaba el reto final. Forrar la botella con trenzada y de arriba a abajo.



Y una más al grupo.


Pero la boca quedaba algo desangelada y necesitaba un tapón. Por tanto manos a la obra para realizar un tapón forrado por dentro y fuera.



Y de momento a reposar en el rincón del cristal.


Y también con ese bote de colonia




No hay comentarios:

Publicar un comentario