Un verano como este, jamás, pero me lo he rebuscado yo
solito y habrá que seguir para adelante, que el impulso ya lo llevo.
Y es que aprovechando la inactividad veraniega, venía bien
formarse, pero el curso de turismo me ha salido demasiado intenso, y a eso hay
que sumar el curso de la tarde.
Total, que sin sentir, presiento que se me ha pasado el
verano, e incluso de no ser por calorcillos y sudores, diría que ni lo he
visto.
Y por todo esto es justo de vez en cuando darle al cuerpo un
homenaje, esta vez en forma de romerías, en plural, claro, porque si el 14
comencé la romería de mi pueblo, el sábado hice un alto para continuar con la
de Infantes y volver a Montiel para rematar el domingo.
En fin un continuo fiestón de música, amigos y manjares, de
trasnochar y madrugar robándole amaneceres incluso al nuevo día.
Con esto ya me he resarcido del verano y llego raudo a este
lunes con ganas de comerme la semana.
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