Si hay algo que me provoca, o mejor dicho provocaba estrés, ansiedad o pelín de mala leche, era el tener que hablar con la compañía de teléfono: pulse 1, ahora pulse 2 ahora le pasamos con la operadora, ahora espere un momento, ahora otro momento, ahora me lo cuenta…
Pues problema resuelto amig@s. Me han regalado un bonito “artijulio” como el de la foto. Hago la llamada, lo conecto al teléfono y ya tengo altavoz, mejor que el manos libres. Ahora que gusto, se pueden hacer dos cosas a la vez, o tres o cuatro, según tarde la llamada.
Conecto el aparato y hago la llamada, mientras me pongo a limpiar mis zapatos, “un momento por favor”,”nada no se preocupe”, un momentito, sin problemas, mientras le paso la crema, “déme un momentito” “lo que haga falta”. Ahora toca sacarle brillo.
“Le explico” “si, si dígame”… He terminado con los zapatos y ahora toca cambiarse de ropa (no sin cierto pudor, como si me estuvieran viendo), mientras me siguen explicando y pidiéndome momentitos. Me pongo el reloj, me peino, seguimos solucionando el asunto telefónico y listo.
También es ideal para ir viendo presentaciones de diapositivas, aunque conviene bajar el volumen, y también lo he probado haciendo repostería en la cocina,
Un buen invento que a la vez que optimiza nuestro tiempo, redunda en nuestra salud y evita ese mal genio de pasar colgado media hora al teléfono. ¡Hay si no fuera por las TIC!
Hola Pedro!!!
ResponderEliminarQue alegría haber hecho mi receta y que haya gustado tanto en casa. Muchas gracias por el comentario en el bloguico, espero que siempre que tengas alguna cosa que contar en el bloguico.
Por cierto, muy buena idea la de éste artilujio...
Saludos!!!!
www.mibloguicodecocina.blogspot.com