Hoy, último domingo de abril es la traída de la Virgen desde la Ermita. Es un día que me trae recuerdos y no siempre buenos, aunque de todo hay en la viña del Señor.
Recuerdo siempre con cariño, que la traída significaba el pistoletazo de salida para la venta de helados, era el primer día y allí estaba Nemesio y Victoria con su nevera vendiendo los helados al corte. Dame uno de chocolate y nata y partemelo gordo, solíamos decir todos.
El año 2.007 fue el último año que asistí a la traída y lo hice con Ana y Ángel, y eso me hace que los nervios afloren cuando ves a la gente que camina hacía la Ermita.
Nosotros hemos estado antes de las cinco en la Ermita, hemos sido los primeros, hemos hecho nuestra visita y hemos cumplido, a nuestro modo.
La Virgen estaba preparada para la procesión, la Ermita preciosa y no digamos el entorno vestido de primavera.
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