Se suele decir que "pronto se acaba lo bueno", aunque también es cierto que la esencia en frasco pequeño se vende.
Y yo soy de los que al quinto día de estar fuera,me acuerdo de mi casa, y esa ha sido siempre nuestra trayectoria, viajes cortos pero intensos.
En esta ocasión hemos roto la norma y hemos permanecido 11 días en Mallorca, pero además no hemos añorado nuestra casa, porque nos hemos sentido cobijados por esa gran familia que tenemos en el eje Porto Cristo-Sonservera-Sa Coma-Cala Millor.
Nuestro viaje se solapó en el tiempo con el de Rubén a Alemania, aunque la lejanía nos acercó más si cabe.
Durante los días en la isla, un trajín de visitas, y todos pendientes de nosotros hasta llenarnos la agenda.
Hemos disfrutado como nunca, hemos sentido el cariño de toda la familia y amigos, y hemos visto como todos se han volcado para que disfrutemos de unos días inolvidables.
La excusa fue la boda de Eva y Lalo, y tras la fantástica boda, un ir y venir de excursiones interminables, siempre acompañados.
Nuestro agradecimiento a toda la familia y amigos por esos maravillosos dias que hemos pasado en la Isla, aqui nos teneis esperando vuestra visita.
